miércoles, 22 de marzo de 2017

Argentina registra una grieta que dejaría a la deriva un bloque de hielo dos veces mayor que Moscú

Una misión argentina ha recorrido la hendidura que atraviesa la plataforma Larsen C, en la Península Antártica, de la que se podría desprender un bloque del hielo tan grande como dos ciudades de Moscú. 

Con el propósito de documentar la evolución de la gigantesca grieta que surca el bloque de hielo Larsen C, en la Antártida, un equipo argentino sobrevoló la zona. 

© NASA
Científicos del Instituto Antártico Argentino (IAA) embarcados en un avión de la Fuerza Aérea de este país detectaron que la hendidura solo debe extenderse otros 20 kilómetros más para que se registre una fractura definitiva del iceberg, que mide unos 5.900 kilómetros cuadrados, equivalentes a más de dos veces la superficie de Moscú, refiere La Voz



El desprendimiento de la inmensa masa de hielo afectaría al equilibrio entre el agua contenida en el bloque continental de la Antártida y el océano. Las primeras hipótesis sostienen que el fenómeno puede ser consecuencia del cambio climático. 

La expedición partió desde la Base Marambio, una de las seis bases permanentes que tiene Argentina en el Polo Sur, en un avión bimotor DHC Twin Otter de la Escuadrilla Antártica de Vuelo Águila. La travesía aérea se extendió por espacio de más de cinco horas y permitió sobrevolar el Círculo Polar Antártico. 

El día más cálido 

La Organización Metereológica Mundial divulgó este lunes uno de los mayores récords de altas temperaturas en el territorio continental de la Antártida y que tuvo lugar el 24 de marzo de 2015, cuando se registró un pico de 17,5 grados en la Base Esperanza, en Argentina. 

"Acá verificamos un caso extremo. Pero no podemos relacionarlo con el cambio climático, si bien hay una tendencia a mayor temperatura. Es algo muy particular lo que sucedió, sin tener que hablar de calentamiento", afirma el especialista José Luis Stella, citado en el portal Uno Entre Ríos

El derretimiento del bloque de hielo Larsen C podría causar que el nivel del mar suba unos 60 metros. Según los últimos estudios realizados por Greenpeace Andino, la grieta de la plataforma crece "a un tamaño equivalente de cinco campos de fútbol al día". 

Efecto mariposa 

Pero, ¿qué impacto sobre el planeta podría tener la desaparición de un bloque de hielo de tal magnitud? Científicos consultados por Efe, como Edgardo Vega, son enfáticos: "Lo que ocurra en la Antártida determinará el clima de otras partes muy alejadas de este remoto continente". 

La evidencia más reveladora de ese fenómeno, sostienen los especialistas, es que justo cuatro días después que se registraran los 17,5 grados centígrados de temperatura en la Antártida, el desierto de Atacama (Chile) recibió en 24 horas la misma cantidad de lluvia que en los 14 años anteriores. Esas intensas precipitaciones generaron aluviones que dejaron un saldo de 31 muertos y decenas de desaparecidos. 

El Larsen C no es el primer bloque que tiene riesgo de fractura. En los últimos treinta años se han desprendido las plataformas gélidas denominadas Larsen A y Larsen B.

Comentario: Como lo dice el especialista José Luis Stella, este fenómeno no necesariamente podría atribuirse al hipotético (y cada vez más desmentido) calentamiento global. Una hipótesis podría ser que las temperaturas en la Antártida y otros glaciares está siendo afectada por lo que ocurre en el fondo marino. Si se tiene en cuenta los numerosos volcanes submarinos que se encuentran en la región y se considera el número ascendente de volcanes activos en todo el planeta, podríamos decir que esos volcanes también estarían activos y, tal vez, afectarían las temperaturas en la Antártida. Otro factor es la expulsión de gas metano cada vez más frecuente y los efectos que esto puede producir no sólo en las temperaturas, sino también en el comportamiento de los animales marinos (Vea: Las criaturas de los abismos marinos evidencian Cambios Terrestres importantes. ¿Alguien está prestando atención?)
En lo que respecta al metano, éste puede aumentar la temperatura del fondo del mar y hacer que el hielo de los glaciales se derrita, lo que lleva a que se viertan enormes cantidades de agua dulce en el océano. Esto, a su vez, puede llevar a que la corriente del Golfo disminuya o que se detenga, ya que la misma depende de que el agua sea salada. La consecuencia de que la corriente del Golfo sea menos intensa o se detenga es que haya temperaturas más frías en el hemisferio norte, como hemos estado notando. También, el hielo derretido causa que haya más humedad en la atmósfera y, por ende, más lluvias (¿recuerdan todas las inundaciones récord que estuvimos teniendo?). [Y piensen en las lluvias en el desierto de Atacama, Chile, mencionadas en el artículo —NdE] 

Con respecto a esta agua acumulada en la atmósfera, también es importante resaltar que, debido a que la misma atmósfera superior parece estar enfriándose (lo que causa que aumenten las nubes noctilucentes, por ejemplo), debido en gran parte al polvo cometario, a la disminución de la actividad solar y al número de erupciones volcánicas, también aumentan la nevadas (piensen en las intensas nevadas durante el invierno y otras que sucedieron fuera de temporada, incluyendo la peor nevada durante la primavera en Moscú) y las tormentas de granizo, que son cada vez más "normales" en los reportes meteorológicos de los últimos meses. Algo que debe notarse es que, el aumento de la nieve, principalmente en las zonas cercanas a los polos, hace que aumenten los glaciares, desde adentro y ejerciendo presión hacia afuera, lo que facilita el derretimiento de sus bordes (y contribuye a que continúe el círculo de retroalimentación que parece llevarnos inevitablemente a una glaciación). Todo esto lo pueden leer con mucho más detalle en el artículo de Laura Knight-Jadzcyk, Fuego y hielo: El día después de mañana.

mar, 21 mar 2017 12:32 UTC

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